Crear fotograbados no es tan fácil. En primer lugar, hay que crear la lámina de chorro. Para ello, el motivo se convierte en una imagen en blanco y negro mediante un programa informático (por ejemplo, Photoshop) y luego en una imagen de trama. Como no es posible crear escalas de grises con el grabado, estas se sugieren mediante la densidad de puntos. Una vez terminado el motivo del rayo, se crea una imagen en negativo y se imprime en una película transparente. A continuación, la lámina impresa se coloca sobre la lámina de chorro y ambas láminas se introducen en un expositor de rayos UV. La lámina de chorro se irradia con luz UV durante unos segundos. A continuación, la lámina de chorro se lava con agua y se vuelve a secar. El material es destruido por la luz ultravioleta en los lugares donde se va a chorrear.
Por último, el motivo de chorreado terminado se cubre con una lámina protectora en la parte superior e inferior para poder transportarlo sin problemas. Muchos canteros mandan hacer los motivos, ya que no disponen del equipo necesario. Una vez que la lámina está lista, puede comenzar el chorreado. Para ello, se retira la capa protectora inferior de la lámina, se humedece ligeramente la piedra y, a continuación, se coloca la lámina sobre la piedra y se presiona con un rodillo de goma. Por último, se retira la película protectora superior y se enmascara todo lo que no debe ser chorreado.
Entonces comienza la voladura. Por regla general, se utiliza corindón muy fino. La película se chorrea hasta alcanzar la profundidad deseada. A continuación, se retira la lámina. Para realzar el contraste, el motivo puede pintarse encima.