En cualquier caso, las pintadas deben eliminarse con relativa rapidez, ya que una primera pintada anima a los imitadores a hacer más. Además, la pintura penetra en capas cada vez más profundas con el tiempo, lo que dificulta la eliminación de los grafitis. Especialmente en el lado sur, la pintura se quema rápidamente por el sol. Existen numerosos métodos para eliminar los grafitis. Sin embargo, dependiendo de la superficie, no todos los métodos son adecuados. Las aplicaciones basadas en el chorreado abrasivo y el chorreado a presión pueden causar rápidamente más daños a la pared o a la fachada de los que uno desearía. Las consecuencias son costosos retratamientos.
Los trabajos en los grafitis que usted mismo realiza también pueden causar efectos secundarios indeseables, como daños en la fachada. Esto eleva los costes innecesariamente. Si piensas en el medio ambiente, debes evitar en lo posible el uso de productos químicos, agua y alta presión.
Por supuesto, no sólo influyen la protección del sustrato y la sostenibilidad de la técnica de eliminación de grafitis, sino que el resultado también debe ser el adecuado. No todos los métodos consiguen eliminar las pintadas de los poros. Si la presión es demasiado baja, por ejemplo, el método de chorro húmedo no podrá eliminar los últimos restos de pintura. Todos los métodos de limpieza a presión, incluso con hielo seco, no son muy respetuosos con el medio ambiente, ya que todo lo que se elimina vuela por ahí y se queda en el suelo. Los costes de eliminación se han disparado.
Los procesos como el chorreado al vacío no sólo son respetuosos con el medio ambiente debido al ciclo cerrado, sino que también son muy fáciles de utilizar. No son necesarias medidas de protección especiales.
Si se tienen en cuenta estas consideraciones, sólo se puede considerar el chorreado al vacío para la eliminación profesional y adecuada de los grafitis. En cuanto a los resultados del tratamiento, el respeto al medio ambiente y la protección del sustrato, este método obtiene la mejor puntuación. No se contamina el medio ambiente con productos químicos y no se daña el sustrato. Incluso los materiales sensibles pueden tratarse con el chorreado al vacío.